miércoles, 30 de junio de 2010

CANELITO, ELISEO LEÓN PRETELL, PERÚ,

CANELITO
Autor: Eliseo León Pretell
Houston Texas, EE UU

Mi madre débil y enferma, se acababa de morir,
yo me enfrentaba a sufrir, ya huérfano y desvalido.
Decían que ella se ha ido, donde no existe el dolor,
al un cielo multicolor, sin más llanto ni gemidos .

Con mis apenas doce años, y ese vacío sin nombre,
luché como todo un hombre, en el surco y la parvada.
No había una madrugada, que al mirar ese rincón,
no sangre mi corazón, por mi viejita adorada .

Nada podía alegrar, esa sensación de duelo,
hasta que un lindo Canelo, mi padre trajo temprano,
puso la soga en mi mano, diciéndome es para tí,
sabe Dios lo que sentí, al tenerlo tan cercano .

No sé por cuántos segundos, me paralicé en un sueño,
al escuchar que era dueño, de tan hermoso animal,
el viejo me empezó hablar, de peligros y cuidado,
me dijo: “No está domado, para poderlo montar”.

El caballito nervioso, de vez en cuando comía,
yo al rededor repetía: "Come todo canelito"
lleno de gozo infinito, lo intentaba acariciar,
el empezaba a temblar, desconfiado y...¡ que bonito !.

No era ningún pura sangre, ni andaluz ni berebe,
lo que jamás esperé, de un padre tan frío y duro,
era un sentimiento puro, traducido en un presente,
que transformó de repente, en luz mis días oscuros .

Nuestra amistad se forjó, desde que nos conocimos
y juntos los dos hicimos, nuestra vida adolescente
mi "pata", mi confidente, justo el uno para el otro,
era mi amigo este potro, donde apoyaba mi frente.

No me hizo falta montura, ni estribos, ni vaticola,
mi pequeña mano sola, tomó su crin blanquecina,
en una actitud felina, sin calcular donde o como,
de un salto estuve en el lomo, de mi canelita fina.

Que difícil detallar, esa sensación sin nombre,
sentirme ya todo un hombre, sobre ese hermoso animal,
aferrándome al bozal, como el domador mas diestro,
rezaba mil padrenuestros, que no me vaya a votar.

Con mi ímpetu de muchacho, lo domine con pasión,
con raza, con corazón, como un torero al novillo,
con mi almita de chiquillo, travieso y apresurado,
recorría todo el prado, en mi engreído potrillo.

Algo tuvo que pasar, como en todo amor fogoso,
dejé mi “Canelo” hermoso, para irme a la Capital,
lloré por este animal, cómplice de mis andanzas,
de desvelos, esperanzas y de un cariño especial .

Han pasado cuarenta años, y aquí lo tengo presente,
al lucero de su frente, su cuerpo color canela,
correteando por mi escuela, con su trote cadencioso,
¡vamos! le digo orgulloso, corre canelito...¡vuela! .

Se acabaron las distancias, las barrosas travesías,
las noches y hasta los días, tomaron otro sentido,
con mi canelo querido, todo cambió de color,
con el conocí el amor, y es lo mejor que he tenido.


Derechos reservados
E-mail: zorzal47@hotmail.com
E-mail:
elcantodelzorzal@live.com


Aprender de memoria los versos de un poeta, significa ser instruido, valorarlos y pensar en ellos, es ser culto.

No hay comentarios: