UN PASEO POR LA PLAYA
E l ratón Joaquin se sentía muy solo y una tarde salió a pasear por las calles de la ciudad. Así llegó hasta un comercio donde vendían animales.
-¡Qué hermoso gatito! - dijo Joaquín, al ver un gato flacucho detrás de una vidriera. Y decidió entrar para comprarlo. "Así tendré un amigo", pensó.
Cuando Joaquín entró en el negocio, el veterinario lo miró asombrado. Pero más se sorprendió cuando lo escuchó decir:
- Quiero comprarle ese lindo gatito.
Después de un rato de discusiones sobre la inconveniencia de que un ratón comprara un gato, el veterinario cobró su dinero y le entregó el animal.
El ratón y el gato salieron del negocio . Y Joaquín preguntó:
-¿Vamos a ser amigos?
-¿Te parece?-replicó el gato-Veremos....veremos...veremos...
Se sentaron al sol, y entonces el gato dijo:
-Tengo hambre, ¿porqué no comemos?
-¡Qué buena idea! -respondió Joaquín-.¿Cuál es tu plato preferido?
-¿Estás seguro de que quieres saberlo?
-Estoy seguro.
-Entonces -propuso el gato- vayamos a la playa y podremos estar solos y tranquilos.
Solos en la playa, continuaron la charls.
-¡Déjame adivinar! -dijo el ratón-. Te gusta el pescado.
-¡No, es algo mucho más rico que el pescado!
-¿Qué es? -Insistió Joaquín.
-Acércate y te lo contaré....
Inocentemente, Joaquín se acercó a escuchar al gato. Cuando estaba muy pero muy cerca de él, el gato gritó:
-¡El queso! ¡Me encanta el queso!
-¡Viva! -exclamó el ratón, entusiasmado-. Igual que a mí. Y aquí tengo suficiente queso para los dos.
Y sentados bajo el sol, el gato y el ratón compartieron el queso y fueron muy buenos amigos.
LUCIA AIRA, 10 años
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario