viernes, 27 de noviembre de 2009

CAFÉ LITERARIO LUZ Y LUNA, JORNADA DE OCTUBRE, STELLA MARIS PONCE, CONCORDIA , ARGENTIN A


Botella al mar




Sobre el agua fresca y luminosa del mar de mi infancia
flota una botella con un mensaje invisible.
La carta en blanco fue escrita con un palito y gotas de limón.
Sólo el fuego que alimenta algunos días puede descifrarla.
Vengo del agua.
Yo soy esa botella que el mar empuja.
Traigo un mensaje para el fuego

Lección de astronomía
A mi madre

-“Hay que esperar el menguante para la poda”-
expresó, segura.
Y luego me invitó a mirar el cielo
para confirmar las lunitas
que habíamos visto en el almanaque.
Su dedo recortado entre las estrellas
me indicó la esfera luminosa.
-“¿Ves?”- insistió
-“Ya está por menguar,
le falta una rodaja...”
Y yo sentí
que una larga enredadera
unía mi mano, la suya y la luna.
Y me olvidé de la poda.


Ebriedad de mar




Sobre la arena blanquísima y fina
mis pies también parecen de sal.
Cada partícula se desliza por entre mis dedos
y suena blandamente.
Camino sobre un campo de nubes
que encierran miles de pequeñas campanas.
¿Sabrá mi cuerpo entero responder
a esta impresión de ebriedad. Espuma
que sube desde mis pies?
El rumor del mar ha entrado en mí.
Soy su caracol.


Fulgores




Cae la cera blanca de la vela sin remedio
y se derriten los esfuerzos de la llama
por conservar el fuego.
Parpadeos en la luz advierten sobre una presencia leve.
El silencio es una danza de pétalos.
Aureolas de mariposas rondan en el aire.
No es la brisa que intenta apagar el fuego
es la llama que duda si seguir encendida.

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