Eras el eco
" ...una piel nueva me crecía en mi otro cuerpo"
Margaret Atwood
Llegaste a pensar que respirabas
por su aliento,
a ver la vida por la ventana de su mirada.
Ave sin memoria, ni vuelos extraviados,
ni sed aguijoneándote.
Un resquicio de luz, sólo eso en las pupilas,
y las mariposas echaron a volar hacia el sol,
a pesar del temor blanco y helado de la nada.
Los gritos se fueron perdiendo
en las cumbres adustas.
El eco de tu voz emigró
como las golondrinas en otoño,
y otra piel vistió tu cuerpo
de primavera y mariposas.
Nelly Fida
San Migue del monte- Pcia. de Buenos Aires
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