Fenece la libertad
Apegado a sus inertes días,
lucha el hombre en la miseria,
la dura soledad penetra su rostro,
sudan menguantes sus párpados,
Todo se detiene
Fenece la libertad,
No se escuchan sus plegarias
Prisionero, sin potestad,
grita litirgios urgentes, no importa cuanto tarde,
necesita estar en el albor de las rosas
… y nadie lo escuchó
En la desesperación fecunda su espesura,
no llega el otoño a cubrir los venosos proyectiles de su desventura
…Y sigue soñoliento, bajo el mismo techo, besa la tierra que lo vio nacer
Ninguno lo hecha de menos
En el lastre amargo de su destino
quisiera despertar en el confesionario de la justicia
Casi imposible
Apegado a sus inertes días,
lucha el hombre en la miseria,
la dura soledad penetra su rostro,
sudan menguantes sus párpados,
Todo se detiene
Fenece la libertad,
No se escuchan sus plegarias
Prisionero, sin potestad,
grita litirgios urgentes, no importa cuanto tarde,
necesita estar en el albor de las rosas
… y nadie lo escuchó
En la desesperación fecunda su espesura,
no llega el otoño a cubrir los venosos proyectiles de su desventura
…Y sigue soñoliento, bajo el mismo techo, besa la tierra que lo vio nacer
Ninguno lo hecha de menos
En el lastre amargo de su destino
quisiera despertar en el confesionario de la justicia
Casi imposible
©Noris Roberts
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