William: van cuatro minificciones. Gracias por la invitación. Cariños. Lilí Muñoz. Ciudad de Neuquén
Mata-amor I
Su cita de amor fue siempre detrás de una mata, en la meseta. Cuando llegó el momento de zarpar nuevamente, él deslizó la promesa de volver. Cuentan que al partir el marinero de Magallanes, los ojos de la muchacha tehuelche quedaron prendidos a la planta, calafates de iris, iris@dos.
Nunca más desde el mar el marinero, dicen, pareció recordar.
Mata- amor II
Florecieron detrás de una mata, sobre la piel arisca del peladar.
Al zarpar nuevamente, el marinero de Magallanes prometió que volvería.
Desde entonces, cuentan, los ojos de la muchacha tehuelche reverdecieron el plantío. Al mar miraban, desde la mar llamaban los silencios.
La mata-amor del calafate preñaba en cada primavera.
La gruta de la aurora.
Después que hablé con vos, llegué con pasos lentos hasta la gruta más azul de la aurora. Dije tu nombre y su boca se abrió. Pude dormir.
Luciernagar
Inefable en la cortina de la noche agraria, irrumpe el aliento de los grillos.
Las luciérnagas se afanan, compiten entusiastas. Cüyen en creciente las ignora.
Beth, Lilith, Ixchel, Yací. Con otros de tus nombres, luna, te invocan.
- Abre mi luciernagar, amor. Es la tormenta.
- Relampaguea la sombra. En blancura se quiebra la armonía de tu sombra.
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