sábado, 16 de agosto de 2008

ZORAIDA PUCHETA, CIUDAD DE ROSARIO, café literario LUZ Y LUNA, actividades del mes de julio

A LA MADRE TERESA DE CALCUTA


Amando a tus hermanos te formaste,
no dice tu estatura la grandeza
del amor que brindabas con largueza,
cuando a curar al mundo te marchaste

A todo el que sufría, consolaste,
de tu interior brotaba tu belleza,
diste pruebas enormes de nobleza
a sembrar el amor, te consagraste.

Menudo el paso, por Calcuta andabas.
Ángel del cielo, con tus bendiciones,
el mundo entero conoció tus dones.

No hubo dolor que tú no consolabas.
Hoy que te has ido, nuestros corazones,
¡lloran sintiendo cuanto nos amabas!


JUSTIFICANDO A HOMERO

Alguna vea, Homero,
fue tuya la magnífica palabra,
trabajaste con ella, por ella,
para ella, sólo por exaltarla…
febril, heroico, lúcido, sabiendo
que plasmar tus poemas
era cantarle al mundo con tu verbo
en pasado, presente
¿por qué no?: en el futuro
Por Grecia y sus ciudades.
Como en juego formaste
unos tras otros
tus cantos epopéyicos,
tus homéricos versos,
legando al universo sin saberlo
¿tal vez lo presentías?
Lo eterno, lo sagrado de tu Ilíada
La magna concepción de tu Odisea
ocultando en la noche de tus ojos
cada letra engarzada con grandeza.
Dicen los que conocen de la historia
que no exististe nunca, que fue un sueño,
sin embargo Esmirna como Atenas,
Pilos o Colofón, Cos, Quio, Argos
Se proclaman la cuna de tu vida.
Dicen, que acaso existió el hombre
Que en el octavo siglo antes de Jesucristo
Compiló uno a uno esos escritos.
¿A quien puede importarle
si fuiste autor o mago?, me importa sí
que hubiste aportado tu ingenio,
tu selección, tu esmero, tu mágica palabra
toda, fundida en fuego.


LEIDO POR ZORAIDA PUCHETA:
Mi barca viajera
De JUAN MENDOZA

En la barca de mis sueños,
y en alas de una nube viajera,
navega mi canción,
que lleva en su vuelo hacia el confín,
de mis alados pensamientos.

Hacia allá van mis versos,
arrojados al viento
cual palomas viajeras
que buscan horizontes
de una playa,
llena de ensueños
y claras primaveras
donde mis anclas,
arrojaré por siempre.
¡Ahí, donde está ella,
Ahí, está mi estrella.

1 comentario:

Unknown dijo...

Zoraida
es un honor y un gran placer compartir esta web contigo
te recuerda con cariño
Marta Roldan