Amor, si quieres,
voy a decir la urgencia
de todo esto,
aunque no lo creas,
no es un trocito de madera
naufragando en alguna parte,
no, es el madero que vino,
apuntando
los rincones, que por vocación
dejaste vacíos, te cuento,
y lo hago con la letra
simple de una soledad
que quedó olvidada sobre la mesa,
jugando al antojo
de creer que estabas
pero, fue pura imaginación
de un poema, lleno de ocurrencias
ABUELA
Vi en el espejo todo
lo que aún había sin editar
y como tiritaba tu imagen
al amparo de la nostalgia.
Vi soledad resguardada
en las ingles de la noche
y turbulentos desgarros
con señales de cansancios.
Vi un oficio de palabras
queriendo dejar
estadías de memorias,
que me enseñen a creer
en la palabra ausencia.
LEVÁNTATE
No puedo dejar de treparme
por el aura del cuerpo
ni renunciar a las palabras.
No puedo y no lo niego,
desarmar lo visceral
de mis sueños
y dejarlos en el olvido.
No se si puedo desaparecer
de la mansedumbre del viento
y de cuanto trae en sus bolsillos.
No se y pregunto
porque siempre regreso
al prólogo que dice:
levántate y anda.
DESARRAIGO
EL hombro deja reclinar la cabeza,
todo se aquieta, se deja estar
y un ceceo de vigilias
percibe mantos de caricias,
en un fuego que asoma,
dispersa llamaradas de gorriones
y explica a ese minimalismo de suspiros;
como toda la vida no borró,
aquel asfalto de tu sombra
que todavía camino.
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