Xime de Coster
DESCALABRAO
A veces me da miedo escribir
Sacar soltar socavar
Información descendente que criba.
Describa, por ejemplo,
El clímax orgásmico de su mirada
Consultando algo que no sabe
Equivocándose mirando un techo
Deforme, por ejemplo
Todos los defectos físicos
En una nueva estética
Vanguardista y peculiar.
De de de
De todas maneras
De todas formas posibles
Puedo transformarte
En algo poco magnético
Está bien, está bien
Está bien que no le guste a nadie
Está bien que no les gustes
Que no me gustes, que no te gustes vos.
Siempre siempre siempre
Me reservo lo mejor
¿me cachás me casás o te lo explico todo junto?
Tu mirada de registro no pudo ser, no es
Sin embargo tu percha, tu molde,
Tu destello de genio y de afirmación,
De duda, y de amabilidad galopante, fue.
¿sigo o me quedo tirando piedras?
Pero no a vos, no a vos tarambana
¿no ves que nunca me entendés nada?
Si soy un cachoepan con mermelada, gil.
Vení. Decorame las mayúsculas.
400 ASAS
El boomerang,
el karma,
la espera,
que te hizo llorar-correr-gritar
buscarme-olvidarme-matarme
resucitarme-torturarme-calmarme
añorarme-firmarme-escucharme
perdonarme-perdonarte-embriagarnos
para trasladarme a un vacío lleno
de un vértigo que me hace tocar
nada más que tu timbre
nada más que tu número,
caminar, sentarme a tomar
algo,
Sin mirar la hora,
que sea
Sin esperar nada,
por las dudas
Queriéndolo todo,
si es posible,
si como boomerang, como karma
maldito te busco, y ¡mecagondios!
notencuentro.
NIT
Porque me quedo inoperativa,
expuesta a resetearme cada cinco segundos,
a mandarme al carajo con mis letras,
a servirme papas fritas si me gustaran.
Enterándome
que el profe aquél
vende sus discos por internet
y mi antiguo jefe se pasea de marica
por la nueva zona roja.
Constantemente me amortiguo
entre libros que ya no me razonan
y anécdotas que no me aportan nada,
cuando me entero que la manzana de eva
gusanea,
que los hijos de Adán
se han merendado a Whitman.
Cuando mi viejo amigo me dice
que hace tiempo ando muerta
le pregunto a Barthes si la murga existe
aunque ya no pueda escucharla,
aunque mis ex amantes coman desnudos
todos juntos en su última cena,
bebiendo con una japonesa
flaca y desnutrida que dice “ya es tarde
para morir de amor”.
Porque me quedo bloqueada,
enferma de ciénagas musicales,
intentando amedrentar envejecimientos
que me niegan rotundamente sus dévelopés.
Curándome
En la zozobra de mis anotaciones
Imberbes y flácidas como delirios,
pensando
si te mereces escuchar un repiqueteo de campanas
o mirarte a los ojos y escupirte
lo que me pasa plagiando a Neruda:
Pude haberte escrito el verso más terrible aquella noche.
BENEDETTI Y… TU
Se me sale se pone de pie se lleva
(aire)
apresurando, temblando el paso helado y yo sin ser
heroína de Poe.
Pero desolada blanquecina y turbia
tan lánguida y tan mortecina.
Me voy. Con el corazón a cuestas
sin telones ni público presente.
Muero. Yo sé que he muerto, y es doloroso morirse tanto
y en todas partes verse muerta,
muriendo, como quien muere sabiendo su propia muerte
dulcemente amarga
ajena y propia,
enferma, demente pero tuya…
sobre todo tuya.
Seudónimo: ut seré
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