El secuestro
Anudo los segundos y las horas.
Y se agitan, furiosas, las estrofas
Una historia muy triste se lamenta:
Le han sacado sus hojas.
¡Feliz de ti, poeta, ella me dice! ¡Feliz de ti, que existes!
Hurgo entre mis segundos y mis horas.
La película vuelve a ser presente.
Ellos pasan… La noche se agiganta con sus sombras.
Atropellando mis silencios, pasan.
Se adueñan de mis escritos ¡Viejos!
Y se esconde la historia en otras páginas.
Hoy sé por qué razón se hizo chiquita…
Tiñó el tiempo su pena. Ya sin voz,
tramposa la palabra se ocultó, y calló la historia.
Descalzó sus sandalias de futuro.
Y una pausa obligada la ocultó en mi memoria.
Un largo sueño duerme sus palabras robadas
Y una canción de cuna se escucha en derredor:
“Estrellas sin aristas habrán, en nuestro cielo.
Nubes de seda habrán, será muy especial
Transparentes vellones serán como cristal”
El orbe entero grita su canción más triunfal…
Los gritos silenciados desnudan la memoria.
Las páginas nacidas de angustias reprimidas…
Son páginas que laten en nosotros.
Como late la vida.
¡Por eso crece el sueño en mi memoria!
La historia también crece: Un libro le da forma.
Maria Alicia Gómez de balbuena
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