LA POESÍA ES UNA ARMA CARGADA DE FUTURO
Hace años que caminamos, sin encontrarnos, hemos recorrido parques, alegrías, avenidas, cárceles, tiempos distancias, miserias, penas, y con poesía hemos buscado una sonrisa, un amor, nuestras identidades han quedado fraguadas con versos.
Y así nos hemos encontrado, han salido del pensamiento, diferentes, distintos, hemos recorrido la geografía de la patria americana, la que vemos palpitante y moribunda, porque de estas tierras salió la sangre, no nos hemos dejado desintegrar como un despojo, porque aun tenemos la dicha del pensamiento libre.
Nuestras creaciones nacen de abajo, vienen del mundo del sufrimiento y lamentos, y la alegría se convierte en una chispa que ondula los lápices, para darle vida a un elemento o idea, ahi, son los ojos que contemplan inciertos y vigilan las primaveras nacientes.
Mis ojos, y los de ustedes poetas (a quienes no conozco) quieren que hagamos la primavera, ya que son muchos los muertos sin ruido, porque destrozaron sus sueños y aquí nos hemos quedado sobre la tierra nosotros, silenciosos, haciendo versos y testimonios para que los sueños sigan viviendo.
Al pasear la mirada enlutada, patética como presagio de un futuro próximo y de nuevo comienza nuestra vigilia y nos hemos ido acostumbrando a escribir letras que llegan al corazón y a veces esa belleza escrita nos inquieta y así la historia se va abriendo y aunque el ultimo tango nos traiga las angustias, lo aceptaremos porque es una verdad, amarga, pero verdad, y entonces maldecimos esa vida, y lanzamos balas certeras al corazón de los verdugos.
Y no olvidamos reir, ni soñar, sin olvidar la amistad, para correr por la patria americana, que tiene las venas abiertas, hasta llegar a encontrarse con los pobres de mi pueblo: Cabildo.
Lo que tratamos de decir con nuestras letras, es para que la memoria histórica no se pierda, porque todo hombre y mujer son sagrados, el pan y la risa es para todos, el hombre no se compra ni se vende, porque la sangre caída fue por nosotros y es sangre de alianza eterna, somos testigos de esta parte de la historia, por eso anunciamos que el pan y el vino deben ser compartidos.
Cuando decimos gloria allá arriba en los cielos, estamos diciendo, paz a los hombres, paz verdadera por cierto, será entonces, que se encontrará la alegría del cielo y de la tierra, para que las maravillas del universo sean la luz que nos anuncie la libertad del hombre, porque hoy, en todas partes, y en el fondo de nosotros mismos, hay lá¡grimas en las noches y los días y hay también en alguna parte un poema, una estrella y un camino que se llama amor.
Y seguimos entre ríos de orgullos y cordilleras de esperanza y poder ver remontarse a las estrellas en un caballo de alquitrán, hoy nuestras patrias se llaman tristeza, la tierra ansiedad, que tienen gobiernos que dan pena y los jinetes apocalípticos se pasean sin descansar en un baile de cenizas y sobre montañas de muertos.
Les escribimos a todos y a los nuevos poetas, le escribimos a las palomas hechas poesías, le cantamos a las espigas y sementeras hechas canción, les escribimos a los más, al amor y la legítima rebelión, a los sollozos silenciosos cantados en una estrofa, a la angustia hecha espera, déjennos ir caminado entre lirios y madreselvas, hasta llegar a un encuentro con el copihue y el ceibo, para que se besen con poesía los vientos del Pacífico y del Atlántico allá en la cima de la cordillera en un canto de hermandad.
Si así fuere entonces estaré con ustedes, y yo seré, y seremos todos respirando primaveras y sentiremos las manos en las espaldas y nuestras bocas agradecidas llenará¡n de poesía los confines remotos de nuestras tierras.
Escribimos para que se respiren aires libertarios, para los pobres, para los sufrientes, para los combatientes de la libertad, para cada uno de ellos son estos poemas y para que nunca más se diga que el poeta murió en una pieza vacía, no habiendo nadie para darle una despedida, si no cuando el poeta muera, será rodeado de gentes sencillas y agradecidas
Y con esto el verso no quedará suspendido, las aguas no se detendrán, tampoco el deseo de mejores días, algunos poemas van allí directo a la barricada, apuntando firme contra la opresión, otros son tiernos y le cantan al amor, otros reflejan testimonios agradecidos.
Y seguiremos construyendo un arco iris con poesía cristalina y seremos trigo, espigas tiernas en las praderas amarillas y pretendemos ser pan-poesía que comerá el pueblo, entonces las palomas no estarán tristes...
PEDRO PIÑONES DÍAZ
Saint Martín Le Vinoux (Francia)
Hace años que caminamos, sin encontrarnos, hemos recorrido parques, alegrías, avenidas, cárceles, tiempos distancias, miserias, penas, y con poesía hemos buscado una sonrisa, un amor, nuestras identidades han quedado fraguadas con versos.
Y así nos hemos encontrado, han salido del pensamiento, diferentes, distintos, hemos recorrido la geografía de la patria americana, la que vemos palpitante y moribunda, porque de estas tierras salió la sangre, no nos hemos dejado desintegrar como un despojo, porque aun tenemos la dicha del pensamiento libre.
Nuestras creaciones nacen de abajo, vienen del mundo del sufrimiento y lamentos, y la alegría se convierte en una chispa que ondula los lápices, para darle vida a un elemento o idea, ahi, son los ojos que contemplan inciertos y vigilan las primaveras nacientes.
Mis ojos, y los de ustedes poetas (a quienes no conozco) quieren que hagamos la primavera, ya que son muchos los muertos sin ruido, porque destrozaron sus sueños y aquí nos hemos quedado sobre la tierra nosotros, silenciosos, haciendo versos y testimonios para que los sueños sigan viviendo.
Al pasear la mirada enlutada, patética como presagio de un futuro próximo y de nuevo comienza nuestra vigilia y nos hemos ido acostumbrando a escribir letras que llegan al corazón y a veces esa belleza escrita nos inquieta y así la historia se va abriendo y aunque el ultimo tango nos traiga las angustias, lo aceptaremos porque es una verdad, amarga, pero verdad, y entonces maldecimos esa vida, y lanzamos balas certeras al corazón de los verdugos.
Y no olvidamos reir, ni soñar, sin olvidar la amistad, para correr por la patria americana, que tiene las venas abiertas, hasta llegar a encontrarse con los pobres de mi pueblo: Cabildo.
Lo que tratamos de decir con nuestras letras, es para que la memoria histórica no se pierda, porque todo hombre y mujer son sagrados, el pan y la risa es para todos, el hombre no se compra ni se vende, porque la sangre caída fue por nosotros y es sangre de alianza eterna, somos testigos de esta parte de la historia, por eso anunciamos que el pan y el vino deben ser compartidos.
Cuando decimos gloria allá arriba en los cielos, estamos diciendo, paz a los hombres, paz verdadera por cierto, será entonces, que se encontrará la alegría del cielo y de la tierra, para que las maravillas del universo sean la luz que nos anuncie la libertad del hombre, porque hoy, en todas partes, y en el fondo de nosotros mismos, hay lá¡grimas en las noches y los días y hay también en alguna parte un poema, una estrella y un camino que se llama amor.
Y seguimos entre ríos de orgullos y cordilleras de esperanza y poder ver remontarse a las estrellas en un caballo de alquitrán, hoy nuestras patrias se llaman tristeza, la tierra ansiedad, que tienen gobiernos que dan pena y los jinetes apocalípticos se pasean sin descansar en un baile de cenizas y sobre montañas de muertos.
Les escribimos a todos y a los nuevos poetas, le escribimos a las palomas hechas poesías, le cantamos a las espigas y sementeras hechas canción, les escribimos a los más, al amor y la legítima rebelión, a los sollozos silenciosos cantados en una estrofa, a la angustia hecha espera, déjennos ir caminado entre lirios y madreselvas, hasta llegar a un encuentro con el copihue y el ceibo, para que se besen con poesía los vientos del Pacífico y del Atlántico allá en la cima de la cordillera en un canto de hermandad.
Si así fuere entonces estaré con ustedes, y yo seré, y seremos todos respirando primaveras y sentiremos las manos en las espaldas y nuestras bocas agradecidas llenará¡n de poesía los confines remotos de nuestras tierras.
Escribimos para que se respiren aires libertarios, para los pobres, para los sufrientes, para los combatientes de la libertad, para cada uno de ellos son estos poemas y para que nunca más se diga que el poeta murió en una pieza vacía, no habiendo nadie para darle una despedida, si no cuando el poeta muera, será rodeado de gentes sencillas y agradecidas
Y con esto el verso no quedará suspendido, las aguas no se detendrán, tampoco el deseo de mejores días, algunos poemas van allí directo a la barricada, apuntando firme contra la opresión, otros son tiernos y le cantan al amor, otros reflejan testimonios agradecidos.
Y seguiremos construyendo un arco iris con poesía cristalina y seremos trigo, espigas tiernas en las praderas amarillas y pretendemos ser pan-poesía que comerá el pueblo, entonces las palomas no estarán tristes...
PEDRO PIÑONES DÍAZ
Saint Martín Le Vinoux (Francia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario