jueves, 2 de octubre de 2008

CAFÉ LITERARIO LUZ Y LUNA, JORNADA 27 DE SEPTIEMBRE, LELIO RICARDO GURRUCHAGA, ROSARIO, ARGENTINA

LA ALDABA LLAMA

Alguien me busca

con golpe sonoro

la aldaba llama,

detrás de la puerta

algo impreciso aguarda,

no sé si estoy en la casa

en algún lugar

en el espacio

entre sueños.

Huérfano persigo

una imagen etérea

perdida,

alguien llama

alguien me busca,

no sé si estoy en la casa,

sentado a una mesa

espero solamente espero,

desierta la mirada.

La aldaba llama

debo abrir,

sueño otro sueño

quizás seas tú

locura inagotable

ALABASTRO

Penétrame con tu aliento de ninfa,

induce en mi carcasa vacía

tu cuerpo esculpido por dioses del olimpo,

alabastro vivo alimenta mi locura,

entrégame tu figura ajustada

con precisión de cincel,

permíteme ser cancerbero enejenado,

perderme en la orgía de quererte

sentir que mi vida es, en tu piel,

mujer simétrica instiga mis sentimientos

adúlteros, a consumar el pecado de amarte,

amarte hasta morir en tu hechizo.

Este Poema integró la sesión de trabajo sobre la poesía Iberoamericana en el Congreso Mundial de Poetas W.C.P. en Acapulco México (1999).

JOVEN ANHELO

Juegos de joven anhelo

cobijan mis ansias entre tus pechos,

magnolias con gotas de rocío

en la levedad del aire cálido.

Apenas modero mis deseos

me pegan mi piel a tu piel,

encanto vivo brota

de una yema de vesania.

Excede el lugar del amor

exaltado brillo de ternuras,

red de seda entrelaza el querer

pródigo de sensaciones.

Aérea transparencia la brisa

acaricia la pasión que acuna,

diestra en faenas de amor pone

mieles en labios de los amantes.

TANGO DEL 80

Tango argentino de vientre moreno sliste

a modo de flor postrera,

una noche festiva de arrabal y fango

dominio de los corrales viejos en los años 80

Patio de tierra apisonada,

pulpería de pillería matarife,

más allá del lodo salvaje produjo

el alumbramiento en bailongo dominguero.

Hombres de cuchillo faenador

pugnaban en el baile habilidades,

cortes y quebradas con ella

"la prienda", liviandad de pluma

metida en sonora pollera almidonada.

Suburbio y ráfagas de tu música desparramaban

el cochero del tránguay con cornetín de guampa

y el organito manijero de Rinaldi,

transitando calles de conventillos con olor

a guapos de oscura fama de muerte y coraje.

Malevos anónimos animaron tu gira

a las luces del centro cerca del puerto,

dispuesto a transmibrar otros países

de la mano del "El choclo" y "La morocha"

Tango de faca, lengue y alpargata,

mitología de duelos entre compadritos,

blasón para sostén o muerte de glorias

contadas por elegías de barrio.

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