lunes, 1 de octubre de 2012

PEDRO PIÑONES, HOMENAJE A PIERRE DOUBOIS

               COMPAGNON  PIERRE DUBOIS MERCI

En el año 1986 que muchos llamaban  “el año decisivo” PIERRE DUBOIS fue torturado, detenido y expulsado  de chile por órdenes expresas de Pinochet, llego a su país natal a Francia,  a la casa de su familia en Dijon, la ciudad de la moutarde.
Una vez ahí, lo invitamos a Grenoble por todas las comunidades de base, las organizaciones sindicales, los partidos políticos de izquierda a una conferencia en la Iglesia Saint Paul, llegaron los estudiantes, los obreros, las mujeres, los vagabundos con sus perros, jamás se vio  en Grenoble una manifestación así, a Pierre lo estrujaron preguntándole sobre Chile, era la presencia de un luchador que llegaba expulsado del sur del mundo.
Allí recibió  el cariño  de los franceses, se hizo más grande su figura, después recorrió Francia, Europa testimoniando  de las atrocidades de la dictadura del tirano y  de sus fuerzas armadas.
Esa noche bien tarde cenamos Pierre, Jean y yo, nació una amistad entre nosotros, nos tomamos varios buenos vinos franceses, y la conversa fue hasta la amanecida, Pierre incansable, analizando, acusando  al tirano y sus esbirros.
En Grenoble  fue una noche mágica, la llegada de un hombre bueno, de un cristiano fiel al mensaje de Cristo, siempre junto a los pobres.

Corría el año 1993, eran los días de la Pascua, yo me encontraba como Prisionero político  de la dictadura en la Cárcel de San Felipe, gobernaba Chile el  Patricio  de « en la medida de lo posible ».
La pascua y fin de año  son días duros, terribles en las cárceles, las esperanzas y sueños de navidad no traspasan las rejas y solo las añoranzas  de cuando “éramos libres”, es doloroso el recuerdo  de seres amados, la familia, y la sensación del alborotamiento  de los internos por delitos delincuenciales, sube un grado superlativo, muchos de ellos no tendrán visita, otros que tienen familia lejos, se quedaran con las ganas de abrazar  a alguien cercano y los otros que por su larga vida fuera de la ley ya no tienen familia, los peligros en esas fechas son para tenerlos en cuenta en cada recoveco  de las galerías, una cuchillada puede cambiar la vida, dentro de los infortunios.
En realidad todos los internos de esa cárcel  se habían preparado, “por si acaso” lucían  bien limpiecitos, ropa impecable, nerviosos todos, el recuerdo  de un niño nacido  2 mil años atrae recuerdos y sentimientos cruzados,  cuando las rejas no permiten mirar  mas allá, el día anterior es el alboroto general, algunos esperando novias y si se puede preparar un rinconcito para tirar un polvito, otros esperando a esos viejos padres cansados y sufrientes, todos duermen pensando  en  ese misterio de navidad…
El 25  de diciembre día de visitas, se converso  con el Alcaide para que las visitas que vienen de otras provincias entren a las 10, así  se acuerda, no con menos problemas de la guardia interna, pero al final  ellos ceden, los nervios agitan a estos marginados, a estos que se hacen valientes, pero la cercanía de estas fechas los hace un poco tiernos, y si pensáramos todo el año que es 25 de diciembre, que pasaría, a lo mejor sería más llevadero el cautiverio.
Ese 25 de diciembre, mi mujer había viajado  a Francia, mi familia  que vivía en otras provincias no vendrían, yo les había pedido que lo pasaran con sus niños, algunos obsequios artesanales en madera les envié a sobrinos la semana antes, con madera de una viga que cortamos en una galería cuando ‘los pacos” tomaban te en la guardia interna, esa madera era preciosa, Raulí del sur de Chile.
Habían llegado centenares de visitas, todos pasaron a una cancha de  futbol  pequeña que hay en el interior de esa cárcel  de San Felipe que se ubica en la calle Molina N° 10, cuantos cientos de cartas llegaron a esa dirección del extranjero de amigos y desconocidos que por el mundo me entregaban su apoyo y solidaridad, ese gesto grandioso  de solidaridad es la ternura de los pueblos, ese día y los días que hay visita, solo salen  de las carretas , los internos que tienen visita, yo  me quede solo  en una carreta, solitario expresando una profunda melancolía y me embargo la tristeza…
Ya no tendría visita, fumaba y tomaba mate solo, como un vagabundo del espacio, cuando a eso  de las 16 horas se abre esa pesada puerta de fierro y un Gendarme me dice gentilmente: Señor Piñones tiene visita” grande  fue mi sorpresa porque a esa hora ya nadie vendría, en fin salí a recibir a esa visita  a la puerta de entrada de esa cárcel cuan grande fue mi sorpresa, era la imagen de un ángel, era la voz de un hermano que me hablo, era el abrazo mágico de un luchador insobornable, en esa cárcel SE HABIA PRODUCIDO LA VENIDA DE CRISTO SUFRIENTE. 
Era él en persona con un paquetito chico  de regalo que me lo entrego con un beso en mi mejilla, esto es de tus amigos de Europa que  me llaman a cada rato para saber de tu suerte, este santo hombre que llego ese día después me inspiro para escribir una poesía bien conocida, publicada a varios  idiomas: fue un encuentro mágico con PIERRE DUBOIS.
El estaba en servicio  y misión el Talca con la JOC (juventud obrera cristiana) viajo desde temprano para llegar a San Felipe y estar un rato conmigo, regreso tarde en la noche a Talca, que grandioso momento recibir a este hombre luchador, valiente, entregado  a los más pobres, me traía un montón de cartas de Europa, yo estoy escribiendo  esta nota; desde mi ciudad  de Cabildo, cuando a Pierre lo velan y se le rinden homenaje en chile y por el mundo al maestro al defensor de los derechos de las personas.
El tiempo pasa raudo yo conquiste mi libertad luchando firmemente  al chantaje que ejercía sobre los últimos presos de la dictadura el gobierno del Patricio DC  con  su famosa ‘oficina”  concertacionista, debí  viajar a Francia con mi esposa para salvar a mis dos hijos menores que nacieron con muchos problemas, nos instalamos en la ciudad de Grenoble, allí fui recibido por otro grande defensor de los pobres el l’abbe JEAN FRECHET  en la Parroquia Saint Paul, Jean fue padrino de mi hijo mayor Jonathan Lautaro y me bautizo a los mellizos.
Seguíamos de cerca la ansiedad y el sufrimiento  de la patria por la feroz represión de esa dictadura criminal.
Pierre Dubois  ayer se durmió, se fue de vacaciones, harto  falta la hacían, Pierre no ha muerto, se queda luchando por siempre  junto a los pobres que recogen su legado y su ejemplo.
Jean Fechet , Cura de Saint Paul, falleció  en marzo  del año pasado, fue elegido el hombre del año en Francia por su defensa a los pobres,  se le conoce como  l’Abbe Pierre de Los Alpes
 Dos hombres  que  son recordados por miles de personas, ahora y  de eso  estoy seguro  deben estar en la Casa contentos de haberse reencontrado y desde allí seguirán  dándonos  fuerzas  para no bajar la guardia, y traspasar estos tiempos difíciles donde están todos concertados y acuerdan las cosas importantes entre ellos que están dentro del sistema que es legado  de la dictadura. Y  a los pobres los marginan de todo: bendita “democracia”
PIERRE DUBOIS, amigo un grand MERCI

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