Trenes, vientos y cebollas
A Miguel Hernández
Resistimos Miguel, es tiempo de infamia
vanidad codicia rotamemoria.
Y tú en nosotros
brazo urgente de versos
en guitarra.
Cuando arrancaron la boca a Federico,
desalaron la alondra enamorada,
trepado a los andamios
venías a enarbolar el canto del hombre.
Tú entre nosotros abanderado.
Ay hermanos
dónde ha ido?
Nunca tan solo se muere un poeta.
Puñobrote que no cesa liberaba luz
en cada frente
multiplicaba lluvia donde la sed
y panales en medio de las ruinas.
No hay cárcel para la fiesta de pájaros
de tu silbo,
ni sombra en tu aurora abecedaria.
No yaces Miguel.
De calle en calle
traes risas trepadas a los árboles.
Viento del pueblo
acechas en la corriente y cantas.
Hombre que mata muerte con versofusil
al hombro en las trincheras:
aún cantas.
No yaces perito en lunas:
por los caseríos llaman todavía
al ritual de siembra.
Aquí, ahora relámpago en la noche,
ensanchas el aire y se hace el rumbo.
Llevas de una boca a otra
tu rebaño solar nuestrapalabra.
gabriel impaglione, en: "Parte del guerra y otras anotaciones"
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