LEY DE AMNISTÍA DE 1977 Y CONSTITUCIÓN DE 1978
CARTA ABIERTA AL Sr. PRESIDENTE DEL GOBIERNO Y A SUS SEÑORÍAS
Como ciudadanos libres de un Estado Democrático no alcanzamos a comprender las razones profundas que hacen que tengamos que seguir sintiendo en la nuca, 35 años después de la muerte del “Caudillo de España por la Gracia de Dios”, el fétido y gélido aliento de “La Vieja Guardia de Franco” y la risa cínica e intermitente, histriónica, de los que siguen con su “Revolución Pendiente”, bordando su “camisa azul” y cantando el “Cara al Sol” en los luceros que alumbran las fosas comunes que custodian a los muertos sin nombre ni derecho a descansar eternamente en “Los Grandes Cementerios Bajo la Luna”. Nosotros, en cambio, extendemos nuestro abrazo fraternal a los descendientes de las víctimas de la Guerra Civil, independientemente de la bandera que defendieron y del credo ideológico por el que murieron, con nuestro reconocimiento y profundo agradecimiento a quienes habiendo sufrido, como el bueno de “Marcos Ana”, trabajan sin odio en "La Recuperación de la Memoria Histórica", soslayando la “Ley de Amnistía de 1977”, ley que con una interpretación torticera dificulta cualquier actuación judicial encaminada a la indagación de los crímenes perpetrados en el franquismo, como le ha ocurrido al magistrado Baltasar Garzón, encausado por buscar la reparación moral e histórica de las víctimas del franquismo sin derecho a juicio ni a tumba, asesinadas sistemática e impunemente por las bestias sin piedad del “Muera la inteligencia” y “vivan las cadenas”; circunstancia que, pese a su extrema gravedad, es tan sólo una anécdota del problema “REAL” de España, que radica fundamentalmente en la mencionada Ley de Amnistía de 1977 y en el espíritu de la Constitución de 1978.
La Ley de Amnistía de 1977, ley espuria de punto final, fue el traje hecho a la medida de quienes necesitaban seguir negando, ocultando los cuerpos de los desaparecidos, para eximirse de toda responsabilidad en los crímenes de Lesa Humanidad perpetrados durante la dictadura franquista y asentar las premisas para alcanzar sus inconfesables fines: lograr que la más crédula, inocente y resignada sociedad civil de España cayese en una amnesia colectiva y recibiera así, agradecida y como una bendición “Divina”, una Constitución tutelada desde su nacimiento y amputada jurídicamente en lo que son los derechos básicos de toda DEMOCRÁCIA que se precie en un Estado Plurinacional, que validó en su día a los herederos del régimen franquista y nos aboca hoy a un callejón sin salida o un bloqueo constitucional, como sucede con el desacuerdo en el seno del Tribunal Constitucional para la aprobación del ESTATUT DE CATALUNYA, haciéndonos temer lo peor, si el Gobierno y el Poder Legislativo no se ponen manos a la obra y asumen sus funciones legislativas y sus responsabilidades políticas antes de que sea demasiado tarde.
Es sabido que todo ordenamiento jurídico evoluciona y toda sociedad viva, en su propia dinámica interna, convierte la mayoría de las leyes en piezas de museo que llegan a ser un obstáculo infranqueable en manos de ciertos legisladores y jueces insensibles, ciegos y sordos ante los justos anhelos y reclamos de paz y libertad, dignidad, crecimiento y progreso, sin comprender que los ciudadanos, con nuestro voto soberano e inapelable delegamos democráticamente en el Gobierno y en el Parlamento la potestad de legislar, hacer y cambiar las leyes. Nosotros pues hemos de tomar la palabra y decirle a la clase política enérgicamente “¡BASTA YA de entender la POLÍTICA como un lucrativo entretenimiento de salón!” “¡BASTA YA de chirigotas y de milongas! sean serios señores políticos, arrimen todos el hombro y pónganse a trabajar y a LEGISLAR sin reservas en lo que es prioritario y esencial: la consolidación de un nuevo marco jurídico constitucional, además, claro está, de afanarse en resolver los problemas derivados de la CRISIS económica que nos embarga y de la realidad deshumanizante de una sociedad consumista sin valores éticos y democráticos de referencia. Nosotros, sí, debemos exigir en derecho y, por decoro y dignidad, que se desate lo que Franco y la “modélica” Transición nos dejaron atado y bien atado, elaborando un traje nuevo para una Constitución que ya es adulta para SER, ser de TODOS y darnos el derecho a VIVIR y vivir en PAZ y auténtica concordia los unos con los otros en el sí de la España Plurinacional; y nadie tiene más razones ni autoridad legítima para hacerlo que el Gobierno de España que Usted dignamente PRESIDE.
Es, por tanto, de derecho y de justicia la derogación de la Ley de Amnistía de 1977 - así lo piden el Comité de Derechos Humanos de la ONU y Amnistía Internacional-, como es de sentido común -así lo reclama la ciudadanía- que las fuerzas políticas deben sentarse a negociar las bases, los pilares y las vigas maestras de una “Nueva Constitución” que configure el Estado conforme a las necesidades de los tiempos actuales.
Por todo, el Gobierno de España ha de ser responsable y consecuente y presentar y defender en el Parlamento la derogación de la “Ley de Amnistía de 1977”, por preconstitucional, inhumana y antidemocrática. Y al mismo tiempo a de imponerse la ardua tarea de empezar a elaborar y consensuar con todas las fuerzas políticas del Parlamento la Nueva Constitución que necesita la España Plurinacional, para SER, ser en el siglo XXI y los inicios del tercer milenio, ser acorde con lo que precisa toda sociedad civil, laboriosa y dinámica para crecer en paz, libre e ilustrada.
OLIVIER HERRERA MARÍN. olivierherrera@poetasdelatierra.org
NICOLÁS ZIMARRO BRAWO. prensa@poetasdelatierra.org
Presidente y Vicepresidente
Y 14 Firmas de los coordinadores/as de Catalunya, Euskadi, Andalucia, Canarias, Pais Valencia, Castilla la Mancha, Madrid, de Chile, Argentina, Rusia y la coordinadora de la inmigración.
POETAS DE LA TIERRA Y AMIGOS DE LA POESÍA www.poetasdelatierra.org
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