lunes, 24 de agosto de 2009

CAFE LITERARIO LUZ Y LUNA, ACTIVIDADES POSTERGADAS, GUSTAVO GONZÁLEZ DOMIZI

GUSTAVO GONZALEZ DOMIZI


Que se extingan.

El determinismo impuesto por los nombres,
la clases sociales con sus leyes positivas,
la división en razas de los hombres,
el culto a la muerte y no a la vida,

la ley de Darwin, los fetiches materiales,
la devaluación de los ancianos en Occidente,
el despilfarro de los recursos naturales,
los relojes complotados con la muerte,

las fronteras, los registros inmobiliarios,
la creencia en una esencia humana,
el elitismo, base de la desigualdad,

los intereses de los intereses diarios,
el pesimismo a un posible cambio,
que se extingan antes que la posteridad.

Por una.

Por una ventana azul yo vi la luna,
por una ventana azul he visto el alba,
por una ventana azul se va mi alma
a mecerse con el viento como pluma.

Por una ventana azul se ve Calcuta,
por una ventana azul he visto mares,
por una ventana azul me fuí a los bares
a beber de a sorbos sobrios la cicuta.

Por las íntimas ventanas,
se ven abiertas como flores
las venas hambrientas de mi cama.

Por mis raídos despojos,
juro haber visto todos los colores
en el iris del arco de tus ojos.

En un cuaderno.

Hay un poema errante y vagabundo por tu cuerpo,
que se nutre de tu esperanza,
que te protege en los sueños.

Hay un poema trashumante y trotamundos por tus besos,
que llora cuando te marchas,
que enciende las luces del puerto.

Hay un poema apasionante e iracundo por tus dedos,
que hace nido en tu espalda,
que se enamora en febrero.

Hay un poema amante y rubicundo por tus miembros,
que reza cuando descansas,
que te entibia en cada invierno.

Hay un poema cavilante y meditabundo por tu recuerdo,
que mide cada palabra,
que muere escrito en un cuaderno.

Fuera de foco.

¿Te gustan las caricias en la cama?
Te pareces a una estrella oculta,
a las ganas de vivir que nos da el alba,
a la luz de una vela moribunda.

¿Cuales son los besos que prefieres?
Vive en ti la América perdida,
los versos que reciben las mujeres,
los caminos a la tierra prometida.

Me pregunto qué sabor tienen tus labios,
quisiera una respuesta sin palabras.
El reloj es un espejo roto.

Quiero saber si cabes en mis brazos,
si se extirpa el amor del alma,
más no de un corazón fuera de foco.

Su patria.

La patria de un soldado debe ser siempre el pueblo,
aunque sus generales sean socios de la masonería,
aunque sus parejas adoren la bisutería,
la patria de un soldado debe ser siempre el pueblo.

La patria de un soldado debe ser siempre el pueblo,
aunque los arsenales provengan de Tomainia,
aunque los capitales lleguen sin leyes de extranjería,
la patria de un soldado debe ser siempre el pueblo.

Y su enemigo debe ser el hambre de los niños,
el abandono, la opresión, el exterminio.
Sus armas son la educación y la benevolencia.

Y aunque le prometan la lámpara de Aladino,
que el soldado luche, codo con codo del amigo,
contra el yugo del tirano con su ciencia.

Hacia el Norte.

La libertad pedalea por las veredas
distante de los caminos y los montes.
La imaginación de los niños tambalea.
La escuela fija sus ventanas hacia el norte.

La salud es un sucio negocio enorme.
La bondad, sólo una falsa poseía.
La Argentina, un monstruo asesino y deiforme.
La democracia sigue siendo la más grande utopía.

Los nativos son tratados como extraños.
Los pobres reflexionan como ricos.
Los latinos anhelan ser germanos.

El cayado dispersa los rebaños,
Pocos dan gustosos sin recibo.
Los hombres olvidan ser hermanos.

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