CENTENARIO DE SALVADOR ALLENDE , FELIZ CUMPLEAÑOS: CHICHO
Ir a las raíces del legado popular del Chicho Allende
( De ti depende Chileno)
(recordando esa noche en mi pueblo)
Antes del Año 1970, habíamos trabajado con pasión la campaña, con fuerza y coraje, en todo Chile se organizaron unos 15 mil CUP, que le dieron la fuerza y la personalidad a la campaña, marcábamos la diferencia con los otros candidatos, en mi familia, dejamos todo botado por meses y otros compañeros también y nos entregamos con pasión a esta gesta histórica, era una tarea que nos llamaba desde las profundidades la historia y los procesos sociales.
Recorrimos las tierras de los latifundios y los caminos polvorientos de las minas, para conversar con esos compañeros de esperanzas, haciendo conciencia, agitando las masas del campo y de la ciudad, sabíamos que venceríamos, pero seria difícil controlar todo esto en el día de la elección.
Antes de ese memorable día, Cuatro de Septiembre de 1970, los jóvenes de las Jotas “ nos acuartelamos “, porque mucho antes habíamos entendido que había que defender, si era posible con las armas, la victoria popular, no teníamos armas, solo una conciencia fresca y de inocencia blanca, pero fieles al movimiento popular.
Llegaron estudiantes de algunas universidades a realizar practicas con armas, eso era interesante para nosotros, porque ellos venían de otros estratos sociales, eran hijos de la burguesía, entonces nos dimos cuenta que había mucha gente apoyando al pueblo en esta batalla, todo esto, que es mucho mas, aun es desconocido, pero fue así y es parte de la historia de mi pueblo: Cabildo y Petorca.
El día de esa elección, pasamos controlando temprano todas las mesas electorales, nuestros apoderados, fueron los primeros en llegar a asumir su responsabilidad y a defender los votos del pueblo, todo estaba listo, eran los minutos iniciales para que en pueblo se pronunciara, ya temprano ese día se podía avizorar algunas cifras y sacábamos la cuenta que el Chicho ganaría estrechamente.
Había tensión ese día, la gente llegaba a los locales de los partidos de izquierda, para pedir información, la angustia iba en aumento, nunca habíamos ganado una elección nacional con un candidato revolucionario, todo esto era nuevo, la historia de estaba escribiendo en paginas con olor a pueblo y sentíamos una brisa que nos incitaba a la alegría.
En las casas del pueblo, la gente comenzó a celebrar temprano, eran los humildes que estaban confiados de la Victoria de Allende, a nuestro local del partido, comenzaron a llegar los primeros “enloquecidos”, y esos valientes que se la estaban jugando desde por allá del año 30, esos viejos, esas abnegadas compañeras, esos sin nombres, los sin rostro comenzaron a llegar, bajaron los mineros de las minas, los campesinos recorrieron los caminos hacia el pueblo a pie, con "chalalas", pero con una sonrisa radiante, como jamás la habían tenido.
A eso de las 22 horas las radios populares comienzan a anunciar la victoria popular, el Chicho Allende iba ganando, pero no lo reconocen oficialmente en la Moneda, que hacer?
La fuerza de los hechos fue mas fuerte que todos los poderes, porque cuando el pueblo baja a la calle por millones los burgueses tiritan, a esa hora las calles de Chile se llenaron de emblemas nacionales, la gente salió a defender la victoria popular, la tan esperada victoria, me dijo un pirquinero allí en una calle de Cabildo en esa noche monumental, por esa victoria por la que tantos habían muerto y tanto sufrido, habíamos pasado humillaciones, para llegar a esta verdad, “Chile y el pueblo le daban un ejemplo al mundo”, se elegía un gobierno popular por las urnas, con votos limpios.
Mi cuidad es tierra de poetas y cantores, de mineros, de alverjeros y sacadores de papas, tierra de gente esforzada, estaba celebrando, vi como lloraban de contentos esos mineros, que venían de rudas labores en la sub terra, quizás era la primera vez que lloraban de alegría, habían sufrido tantas humillaciones, tanta explotación, pero esa noche legendaria estábamos
allí, si allí, en las calles, como millones de Chilenos, saludando al movimiento popular internacional, a Cuba, Vietnam y a todos los pueblos que luchan por la emancipación, estábamos defendiendo esa conquista.
Y de pronto de armo un desfile, nos fuimos por la calle Humeres hacia la salida norte de esa ciudad, allí donde estaba el Rosedal, en esos tiempos mi pueblo era pequeño, pero en las calles estaban todos los allendistas, para saludar ese encuentro con la historia, nos detuvimos allí y yo hice el primer discurso de la victoria en mi pueblo, era muy joven aun, allí arengue las masas, una vez mas, llamando a defender la victoria del pueblo, era un vocero mas esa noche de alegría y no dejarse avasallar, demostrar la responsabilidad política del pueblo, todos estos recuerdos, esos instantes, están intactos en mis mejores pensamientos, después fueron otros los oradores.
Esa noche memorable no dormimos, en toda la patria chilena había fiesta, había deseos ciertos de botar las penas, de sentirse libres, de saber que con organización es posible cambiar las cosas y que la fatalidad no es eterna, estábamos contentos nosotros, pero los ricos burgueses tenían miedo, temían a ese pueblo que tanto habían humillado y explotado.
Después la celebración fue en la plaza de mi pueblo, jamás había visto esa alegría, que aunque pase el tiempo, es difícil retratarla en letras, era el jubilo expresado en los mejores sueños, el Venceremos y el Pueblo Unido jamás sonó mas lindo que esa noche, bailamos, nos abrazamos, recibimos el viento libre de septiembre, varias “chuicas” de tinto y del otro se vaciaron por nuestras gargantas.
Escuchamos ese memorable discurso del Chicho desde los balcones de Fech, esa sinfonía esta grabada en nosotros, ahí demostró lo grande que era Allende un estadista sin igual, un fiel vocero de su pueblo, de amanecida nos dispersamos. Fue un encuentro con la historia de lo mas aguerrido de las luchas populares del pasado, era en movimiento popular en todo su esplendor, de ahí la fuerza de todas las contiendas de Chile popular, de esa gente que confió en la Unidad Popular, que confió en el Chicho y en un nuevo Chile, pero también dijimos hay que volver a las casas, pero “ojo al charqui”
A pasado mucho agua bajo los puentes de mi pueblo y de los ríos de Chile, la historia ha ido girando, hoy las condiciones son muy diferentes, pero lo que nadie podrá negar la victoria popular, de los sin voz, de esa victoria de los pobres de nuestra tierra chilena, eso es indesmentible.
En esta tarde Alpina, cuando Salvador Allende esta de aniversario, y digo “esta”, porque Allende no ha muerto, vive en el corazón de la gente buena y esta presente en los combates de los pueblos por la liberación , quiero saludar a los que hicieron posible esta magnifica victoria y decirles que a pesar de la distancia y la separación del mundo, seguimos diciendo que esa victoria fue real y verdadera, fue nuestra, estábamos contentos, todavía hoy en el 2008 los analistas siguen estudiando este fenómeno chileno, de cómo un pueblo logro una victoria, que escapo de todo lo conocido hasta esa fecha y de las estrategias de los “grandes”, fuimos un asombro para el mundo, fuimos y seremos un ejemplo y ese recuerdo lo traigo hoy, y lo seguiré contando, relatándolo, para que se sepa que nuestra vida no a sido en vano, si no, que escribimos una parte de esa historia, no se podrá decir que la historia paso por nuestro lado, no nos alejamos de ella, si no que nos integramos con pasión a esa historia.
Recordando desde Los Alpes a ese gigante, a Salvador Allende, mi padre lo conoció por allá por el año 32 en el siglo pasado, allende nunca olvido a mi padre, obrero minero y analfabeto, después nos radicamos en Cabildo y el Chicho senador pasaba a visitar a su amigo y camarada, nuestra casa era pobre, miserable, pero alli se vivia un combate para ayudar a cambiar la historia y nuestras vidas, tengo muchos recuerdos personales del Presidente mártir.
Recordando el año 1970, en el centenario del mas universal de los chilenos, del hombre fiel a su pueblo, de ese guia que empeño su palabra y la cumplio, por eso Allende es grande y cruzo las fronteras de los tiempos para quedarse por siempre junto a los oprimidos, mil días después la historia cambio macabramente, y pocos siguieron fiel a los postulados allendistas, los porfiados, los que nadamos contra la corriente bajo la dictadura, los que entregaron su sangre y sus vidas, fueron y han sido leales, no han traicionado a Allende, esto mismo no lo podrán decir muchos de sus camaradas de partido , hoy en el gobierno de Chile. Estos personajes han dividido a Allende y recuerdan solo el sacrificio del 11 de septiembre de 1973, y separan completamente la experiencia de la Unidad Popular y de la vida política y del pensamiento de Allende, de esto ultimo reniegan.
Allende fue un revolucionario, un hombre que se adelanto a su tiempo, fue un antiimperialista, hoy día estaría contra el sistema neoliberal, que administran mejor que la dictadura los que dicen ser del partido de Allende, el Chicho haría lo que hizo Jesús en su época, sacaría hoy a esos canallas a bazucasos y seguiría proclamando la segunda independencia nacional y el fin de la explotaron, y el respeto a los pobres.
Con Allende en el corazón y la movilización, con el combate de los “pingüinos”, por la segunda nacionalización del cobre, el sueldo de Chile, con Allende al lado de los Mapuches, y defendiendo a los subcontrata en el cobre , el legado del Chicho hoy esta vigente y nos llama a expulsar a los mercaderes del sistema, para establecer en socialismo del siglo 21.
Chicho Allende, camarada, Feliz cumpleaños
Pedro Piñones Diaz
Francia Junio 2008
Ir a las raíces del legado popular del Chicho Allende
( De ti depende Chileno)
(recordando esa noche en mi pueblo)
Antes del Año 1970, habíamos trabajado con pasión la campaña, con fuerza y coraje, en todo Chile se organizaron unos 15 mil CUP, que le dieron la fuerza y la personalidad a la campaña, marcábamos la diferencia con los otros candidatos, en mi familia, dejamos todo botado por meses y otros compañeros también y nos entregamos con pasión a esta gesta histórica, era una tarea que nos llamaba desde las profundidades la historia y los procesos sociales.
Recorrimos las tierras de los latifundios y los caminos polvorientos de las minas, para conversar con esos compañeros de esperanzas, haciendo conciencia, agitando las masas del campo y de la ciudad, sabíamos que venceríamos, pero seria difícil controlar todo esto en el día de la elección.
Antes de ese memorable día, Cuatro de Septiembre de 1970, los jóvenes de las Jotas “ nos acuartelamos “, porque mucho antes habíamos entendido que había que defender, si era posible con las armas, la victoria popular, no teníamos armas, solo una conciencia fresca y de inocencia blanca, pero fieles al movimiento popular.
Llegaron estudiantes de algunas universidades a realizar practicas con armas, eso era interesante para nosotros, porque ellos venían de otros estratos sociales, eran hijos de la burguesía, entonces nos dimos cuenta que había mucha gente apoyando al pueblo en esta batalla, todo esto, que es mucho mas, aun es desconocido, pero fue así y es parte de la historia de mi pueblo: Cabildo y Petorca.
El día de esa elección, pasamos controlando temprano todas las mesas electorales, nuestros apoderados, fueron los primeros en llegar a asumir su responsabilidad y a defender los votos del pueblo, todo estaba listo, eran los minutos iniciales para que en pueblo se pronunciara, ya temprano ese día se podía avizorar algunas cifras y sacábamos la cuenta que el Chicho ganaría estrechamente.
Había tensión ese día, la gente llegaba a los locales de los partidos de izquierda, para pedir información, la angustia iba en aumento, nunca habíamos ganado una elección nacional con un candidato revolucionario, todo esto era nuevo, la historia de estaba escribiendo en paginas con olor a pueblo y sentíamos una brisa que nos incitaba a la alegría.
En las casas del pueblo, la gente comenzó a celebrar temprano, eran los humildes que estaban confiados de la Victoria de Allende, a nuestro local del partido, comenzaron a llegar los primeros “enloquecidos”, y esos valientes que se la estaban jugando desde por allá del año 30, esos viejos, esas abnegadas compañeras, esos sin nombres, los sin rostro comenzaron a llegar, bajaron los mineros de las minas, los campesinos recorrieron los caminos hacia el pueblo a pie, con "chalalas", pero con una sonrisa radiante, como jamás la habían tenido.
A eso de las 22 horas las radios populares comienzan a anunciar la victoria popular, el Chicho Allende iba ganando, pero no lo reconocen oficialmente en la Moneda, que hacer?
La fuerza de los hechos fue mas fuerte que todos los poderes, porque cuando el pueblo baja a la calle por millones los burgueses tiritan, a esa hora las calles de Chile se llenaron de emblemas nacionales, la gente salió a defender la victoria popular, la tan esperada victoria, me dijo un pirquinero allí en una calle de Cabildo en esa noche monumental, por esa victoria por la que tantos habían muerto y tanto sufrido, habíamos pasado humillaciones, para llegar a esta verdad, “Chile y el pueblo le daban un ejemplo al mundo”, se elegía un gobierno popular por las urnas, con votos limpios.
Mi cuidad es tierra de poetas y cantores, de mineros, de alverjeros y sacadores de papas, tierra de gente esforzada, estaba celebrando, vi como lloraban de contentos esos mineros, que venían de rudas labores en la sub terra, quizás era la primera vez que lloraban de alegría, habían sufrido tantas humillaciones, tanta explotación, pero esa noche legendaria estábamos
allí, si allí, en las calles, como millones de Chilenos, saludando al movimiento popular internacional, a Cuba, Vietnam y a todos los pueblos que luchan por la emancipación, estábamos defendiendo esa conquista.
Y de pronto de armo un desfile, nos fuimos por la calle Humeres hacia la salida norte de esa ciudad, allí donde estaba el Rosedal, en esos tiempos mi pueblo era pequeño, pero en las calles estaban todos los allendistas, para saludar ese encuentro con la historia, nos detuvimos allí y yo hice el primer discurso de la victoria en mi pueblo, era muy joven aun, allí arengue las masas, una vez mas, llamando a defender la victoria del pueblo, era un vocero mas esa noche de alegría y no dejarse avasallar, demostrar la responsabilidad política del pueblo, todos estos recuerdos, esos instantes, están intactos en mis mejores pensamientos, después fueron otros los oradores.
Esa noche memorable no dormimos, en toda la patria chilena había fiesta, había deseos ciertos de botar las penas, de sentirse libres, de saber que con organización es posible cambiar las cosas y que la fatalidad no es eterna, estábamos contentos nosotros, pero los ricos burgueses tenían miedo, temían a ese pueblo que tanto habían humillado y explotado.
Después la celebración fue en la plaza de mi pueblo, jamás había visto esa alegría, que aunque pase el tiempo, es difícil retratarla en letras, era el jubilo expresado en los mejores sueños, el Venceremos y el Pueblo Unido jamás sonó mas lindo que esa noche, bailamos, nos abrazamos, recibimos el viento libre de septiembre, varias “chuicas” de tinto y del otro se vaciaron por nuestras gargantas.
Escuchamos ese memorable discurso del Chicho desde los balcones de Fech, esa sinfonía esta grabada en nosotros, ahí demostró lo grande que era Allende un estadista sin igual, un fiel vocero de su pueblo, de amanecida nos dispersamos. Fue un encuentro con la historia de lo mas aguerrido de las luchas populares del pasado, era en movimiento popular en todo su esplendor, de ahí la fuerza de todas las contiendas de Chile popular, de esa gente que confió en la Unidad Popular, que confió en el Chicho y en un nuevo Chile, pero también dijimos hay que volver a las casas, pero “ojo al charqui”
A pasado mucho agua bajo los puentes de mi pueblo y de los ríos de Chile, la historia ha ido girando, hoy las condiciones son muy diferentes, pero lo que nadie podrá negar la victoria popular, de los sin voz, de esa victoria de los pobres de nuestra tierra chilena, eso es indesmentible.
En esta tarde Alpina, cuando Salvador Allende esta de aniversario, y digo “esta”, porque Allende no ha muerto, vive en el corazón de la gente buena y esta presente en los combates de los pueblos por la liberación , quiero saludar a los que hicieron posible esta magnifica victoria y decirles que a pesar de la distancia y la separación del mundo, seguimos diciendo que esa victoria fue real y verdadera, fue nuestra, estábamos contentos, todavía hoy en el 2008 los analistas siguen estudiando este fenómeno chileno, de cómo un pueblo logro una victoria, que escapo de todo lo conocido hasta esa fecha y de las estrategias de los “grandes”, fuimos un asombro para el mundo, fuimos y seremos un ejemplo y ese recuerdo lo traigo hoy, y lo seguiré contando, relatándolo, para que se sepa que nuestra vida no a sido en vano, si no, que escribimos una parte de esa historia, no se podrá decir que la historia paso por nuestro lado, no nos alejamos de ella, si no que nos integramos con pasión a esa historia.
Recordando desde Los Alpes a ese gigante, a Salvador Allende, mi padre lo conoció por allá por el año 32 en el siglo pasado, allende nunca olvido a mi padre, obrero minero y analfabeto, después nos radicamos en Cabildo y el Chicho senador pasaba a visitar a su amigo y camarada, nuestra casa era pobre, miserable, pero alli se vivia un combate para ayudar a cambiar la historia y nuestras vidas, tengo muchos recuerdos personales del Presidente mártir.
Recordando el año 1970, en el centenario del mas universal de los chilenos, del hombre fiel a su pueblo, de ese guia que empeño su palabra y la cumplio, por eso Allende es grande y cruzo las fronteras de los tiempos para quedarse por siempre junto a los oprimidos, mil días después la historia cambio macabramente, y pocos siguieron fiel a los postulados allendistas, los porfiados, los que nadamos contra la corriente bajo la dictadura, los que entregaron su sangre y sus vidas, fueron y han sido leales, no han traicionado a Allende, esto mismo no lo podrán decir muchos de sus camaradas de partido , hoy en el gobierno de Chile. Estos personajes han dividido a Allende y recuerdan solo el sacrificio del 11 de septiembre de 1973, y separan completamente la experiencia de la Unidad Popular y de la vida política y del pensamiento de Allende, de esto ultimo reniegan.
Allende fue un revolucionario, un hombre que se adelanto a su tiempo, fue un antiimperialista, hoy día estaría contra el sistema neoliberal, que administran mejor que la dictadura los que dicen ser del partido de Allende, el Chicho haría lo que hizo Jesús en su época, sacaría hoy a esos canallas a bazucasos y seguiría proclamando la segunda independencia nacional y el fin de la explotaron, y el respeto a los pobres.
Con Allende en el corazón y la movilización, con el combate de los “pingüinos”, por la segunda nacionalización del cobre, el sueldo de Chile, con Allende al lado de los Mapuches, y defendiendo a los subcontrata en el cobre , el legado del Chicho hoy esta vigente y nos llama a expulsar a los mercaderes del sistema, para establecer en socialismo del siglo 21.
Chicho Allende, camarada, Feliz cumpleaños
Pedro Piñones Diaz
Francia Junio 2008
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