sábado, 20 de junio de 2009

CAFÉ LITERARIO LUZ Y LUNA, JORNADA DEL 30 DE MAYO, GUSTAVO J. GONZÁLEZ DOMIZI, FUNES, ARGENTINA

Gustavo j. Gonzalez Domizi

Ser hormiga.

No sé si es sólo indefenso capullo
o mariposa de breve primavera,
es amarse los unos a los otros,
es ser hormiga antes que llueva.

Hay quien mata al hombre bueno
sólo para que no haga bien a nadie.
Hay quienes no creen en la materia del sueño
y esperan ansiosos "la hora del sable".

Cuando crecemos, también,
se nos vuelven los ojos
más anchos y profundos.

Y comenzamos a ver
la injusticia de la tierra,
la infalible crueldad del hambre y de las guerras.

Su patria.

La patria de un soldado debe ser siempre el pueblo,
aunque sus generales sean socios de la masonería,
aunque sus parejas adoren la bisutería,
la patria de un soldado debe ser siempre el pueblo.

La patria de un soldado debe ser siempre el pueblo,
aunque los arsenales provengan de Tomainia,
aunque los capitales lleguen sin leyes de extranjería,
la patria de un soldado debe ser siempre el pueblo.

Y su enemigo debe ser el hambre de los niños,
el abandono, la opresión, el exterminio.
Sus armas son la educación y la benevolencia.

Y aunque le prometan la lámpara de Aladino,
que el soldado luche, codo con codo del amigo,
contra el yugo del tirano con sus ciencias.

En un cuaderno.

Hay un poema errante y vagabundo por tu cuerpo,
que se nutre de tu esperanza,
que te protege en los sueños.

Hay un poema trashumante y trotamundos por tus besos,
que llora cuando te marchas,
que enciende las luces del puerto.

Hay un poema apasionante e iracundo por tus dedos,
que hace nido en tu espalda,
que se enamora en febrero.

Hay un poema amante y rubicundo por tus miembros,
que reza cuando descansas,
que te entibia en cada invierno.

Hay un poema cavilante y meditabundo por tu recuerdo,
que mide cada palabra,
que muere escrito en un cuaderno.

No hay comentarios: