Una lágrima es eso que humedece los ojos del mundo, y que el mundo se empeña en ocultar. Es eso que nos tragamos tantas veces por soberbia, por orgullo, por demostrar fortaleza y queda atorada en la garganta, apretada en el corazón, comprimiéndonos todo. Es tan profunda, que no sabemos con certeza dónde nace o dónde muere.
A veces una lágrima lava una pena y cicatriza una herida. Una lágrima es un recuerdo, una angustia, una desesperación, un interrogante. Una lágrima puede ser a veces el comienzo del perdón y la primera luz de la rectificación que hace estrechar una mano. Una lágrima puede ser rebeldía o arrepentimiento, odio, amor, luz o sombra. Una lágrima puede ser el sueño desvanecido que rozó nuestros párpados o el amor perdido que aún está dulce y húmedo.
Cuando tenemos que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima ayuda. Cuando la derramamos en el corazón querido, o en la intimidad de la amistad, la lágrima une, estrecha y funde. Una lágrima es a veces la gota mágica que hace cambiar por dentro. La lágrima trasforma, enseña, disuelve los rencores, las espinas, las malas yerbas que van creciendo en la amistad e impiden acercarse, abrazarse y comprenderse. La lágrima descubre. El que ignora los motivos por los que las derramas, no te conoce.
NUESTRAS LAGRIMAS
Autor: Eliseo León Pretell
Houston Texas, EE UU
Mayo, 24-2009
Humedecen nuestros ojos y tratamos de ocultar,
como queriendo tragar, nuestra soberbia y orgullo,
exhalan en un murmullo, que no logramos calmar
abriendo de par en par, el sentir, como un capullo.
Nos negamos al arrullo, de un corazón que levanta,
ese dolor que atraganta, comprime más nuestro ser
y no logramos saber, ya que nuestra pena es tanta
hasta donde el alma aguanta, sin poderse contener.
Quisieran al parecer, lavar la angustia y la herida,
tal vez son justa medida, para la paz y el perdón
o la rectificación…, de una mano arrepentida
que se quedó reprimida, en su desesperación.
Lágrimas son la emoción, de un amor casi perdido,
de un sueño desvanecido, que pudo ser y no fue.
Son la esperanza y la fe, del pecho comprometido
que de cierto la ha querido, diciendo más la querré.
Lágrimas brotan porqué, malas yerbas van creciendo
en la amistad y van siendo, razón para no abrazarse,
cuando ya quieren secarse, para no vernos sufriendo
con el sol que va saliendo, empiezan ha disiparse.
Derechos resevados
E-mail: eliseoleonpretell@hotmail.com
Página web
http://www.geocities.com/leonpretell/EntradadelaJungla.html
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