MARTA ROLDAN
Romance con introducción:
Emerge desde el agua adriática
tan fresca como sus ojos,
tan verde,
tan transparente,
lágrimas mediterráneas que él nunca verterá.
Emerge y ofrece al mundo
un dios olímpico nuevo
a quien poder venerar
por dulce, atlético y bello.
El agua que lo contiene
se resiste a devolverlo
y deja su cuerpo húmedo
todo cubierto de besos.
Las gotas caen en torno
al dueño de mis deseos,
estrellas resplandecientes
lo adornan con sus destellos.
Seductor como no hay otro,
impresionante su gesto
de dios que ha parido el mar
dando al planeta en obsequio.
Deidad trocada en hombre
con planes de embellecerlo
perteneciente al Olimpo
sólo por nacer perfecto.
Marta Roldan
Inmundicia.
Estiro el cubrecamas
estampado de rosas color crema,
jabón de lavarropas ni perfume
le quitan el olor de tu presencia.
Sacudo las almohadas,
ellas sienten todavía tu cabeza.
Lustro el parqué donde pisaste
descalzo y desnuda tu belleza.
Abro las ventanas invitando
entrar al aire para reemplazar tu ausencia
y me choca en la frente un día precioso
que se niega a mi manía de limpieza.
Marta Roldan
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