Te sobran noches.
Yo no quise ser Mahoma en tus montañas,
jamás supé hacer jaque en ajedrez,
no deseaba ser tu perro lazarillo,
ni el intercambio de regalos cada mes.
Yo no quise ser el pan de cada día,
nunca espero enseñar lo que no sé,
jamás pudé escribir un estribillo
ni cantar una balada en inglés.
Basta de reproches,
para olvidarte de mi te sobran noches
como a mi espacio en la cama.
¿Acaso no lo sabías?,
es buena musa la melancolía
como los pies de las damas.
(Cumpa)
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